Con independencia de que exista o no lo cierto es que la idea de Dios es una idea humana, tan humana como cualquier otra representación mental. En dicha idea hay dos elementos: un sujeto y unos atributos. El sujeto es lo que se identifica con la palabra Dios. Los atributos son esa función sobrenatural de ente creador + un conjunto de poderes superiores a los de hombre + un conjunto de normas también superiores llamadas a regular la conducta del hombre para trascender a un fin meramente material. El problema del ateismo del que voy a tratar aquí es que el ateo niega la existencia del sujeto Dios pero no hace igual con los atributos divinos. Atributos que ahora se los queda él.

El ateismo se concibe asi como una paradoja. Por ejemplo: Dios (sujeto) tiene lo (bello, bueno, justo,...) Quitamos a Dios y nos queda la bello, bueno, justo,... sin titular ¿Quien se lo queda? Se lo queda el hombre Pero no cada uno de los hombres individualmente considerado sino un ente transpersonalista al que se identifica como humanidad Y de igual manera que la religión tiene sus sacerdotes la humanidad también. Y éstos son tan burros y tan despiadados como aquellos. Ni el más fanático de los curas iguala en lo fanático a una sacerdota feminazi o a un sacerdoto fascista. Se puede suprimir a Dios pero no se puede suprimir la Iglesia (tema que se trata en esta santa casa cuando se habla de las religiones civiles) Porque Dios no proporciona un modo de vida pero la Iglesia si.

En resumen y por no alargarme ahora demasiado (me voy a comer en cinco minutos): centro el tema en la cuestión que me parece clave ¿sin la idea de Dios tiene sentido que se queden en el aire los atributos divinos como si éstos formaran parte de la realidad?